Correr como una forma de meditar. Consejos de Mipham Rinpoche

Esta entrada trata sobre cómo convertir el acto de correr en una forma de meditación. Mipham Rinpoche es un lama tibetano líder de la escuela de Budismo Shambalha, a la que pertenecen múltiples monasterios, centros de meditación y una universidad, entre otras organizaciones. Ha publicado un libro relatando sus experiencias como corredor de maratones y sobre cómo convirtió su entrenamiento en una profunda forma de meditación. El libro se titula “Running with Mind of Meditation” y junto a él ha puesto en marcha una página web que podéis encontrar referenciada al final de la entrada, así como varias iniciativas que ayudan a convertir la carrera en una forma de meditar.

Cuenta que cuando comenzó a correr se encontró aplicando los principios de la meditación a sus ejercicios de una forma natural. En sus propias palabras, puede parecer que correr es ejercitar el cuerpo y meditar ejercitar la mente, pero no es así. Uno de los objetivos fundamentales de la meditación es experimentar la totalidad mente-cuerpo de una forma integral, sin escisiones. La respiración es un ejemplo claro de esta profunda interrelación. Tanto la mente y el cuerpo son parte de lo que somos y la carrera nos permite armonizar ambas realidades aportándonos una gran fuerza y vitalidad.

Aunque la relación cuerpo-mente es natural hemos de trabajar por su conexión de una forma diaria. Si nos centramos solo en trabajar nuestro cuerpo descuidamos nuestra mente y eso trae consecuencias. Si, por el contrario, cultivamos exclusivamente nuestra mente, olvidando nuestro cuerpo también estamos descuidando una parte esencial de nosotros mismos.

Actualmente, la neurociencia está investigando la influencia de la meditación y su capacidad de reducir el estrés, la ansiedad, la depresión y las fobias, así como de incrementar estados de anímicos de calma, serenidad y felicidad. Del mismo modo que entrenamos la fuerza y la flexibilidad corporal, el meditador ha de entrenar la flexibilidad y la fuerza de su mente. De este modo, correr representa una manera excepcional de trabajar la integración mente-cuerpo y de lograr que nuestro ser, en su totalidad, sean más flexible, fuerte, goce de mayor energía, salud y bienestar. En su libro ha “Running with the Mind of Meditation» ha desarrollado varias técnicas para trabajar en ello. Las expone brevemente:

Mindfulness

Básicamente, la prácticade minfulness o atención plena cosiste en dirigir nuestra atención a aquello que estamos haciendo sin juzgar. Simplemente tomamos consciencia del presente y aceptamos los que observamos. Podemos ejercitar la consciencia plena atendiendo nuestra respiración, o nuestras sensaciones corporales, nuestros movimientos, incluso observando el flujo de nuestros pensamientos. Se trata de atender al momento presente, al aquí y ahora. Cuando nuestra mente divaga y se marcha a rememorar acontecimientos pasado, o se entretiene en preocupaciones por lo que hemos de hacer luego, simplemente la volvemos a traer el presente. Para ayudarnos a hacer esto, volver a nuestro aquí y ahora, es de gran ayudar usar algún tipo de ancla como es la respiración. La respiración siempre está presente, siempre estamos respirando y no podemos inhalar el aire que hemos tomado anteriormente. De alguna forma, cuando nuestra mente se enreda en pensamientos que nos alejan del presente, de lo que estamos haciendo, nos surgen emociones negativas como enfado o nos sentimos preocupados, o ensoñamos absortos en fantasías que nos distancian del ahora, podemos atender a la respiración y reconectar con nosotros mismos, retornar al ahora, que en realidad nunca habíamos abandonado y volver a armonizar mente y cuerpo, ambas en el mismo lugar a la vez.

MiphamMipham durante una firma de libros

Pero más allá de la respiración, existen otras formas de ejercitar mindfulness. Como nos recuerda Mipham, la respiración, el balanceo de nuestros brazos, o la forma en la que nuestros pies contactan con el suelo durante la carrera, son idóneos para focalizar la atención. Si nuestra atención se va del foco de atención simplemente, tomamos consciencia de ellos, dejamos ir lo que nos hubiera apartado del presente y volvemos a nuestro cuerpo, a la respiración, al balanceo de nuestros brazos, a la pisada de nuestros pies, aquello que hayamos decidido observar sin juzgar. Simplemente somos conscientes de estar corriendo. Como comentábamos anteriormente, no nos embarcamos en el remordimiento de lo que hemos hecho mal o dejado por hacer, ni tampoco en la preocupación de lo que hemos hacer luego. Simplemente corremos, atendiendo a nuestro cuerpo. Correr se convierte de este modo en una magnífica oportunidad de reconectarnos con el presente, con nosotros mismos de una forma integral, de descansar de las preocupaciones y arrepentimientos de la vida cotidiana.

Mipham, como otros expertos en meditación, nos recuerda que la atención es una fuente de energía. Cuando el ser humano es consciente de donde se encuentra se torna más vital y pleno. Cuando la mente marcha al pasado y al futuro nos volvemos más ineficientes, física y mentalmente. Si habitamos nuestro presente nos sentimos más vitales y nuestra experiencia se vuelve más auténtica. Diríamos, que viéndolo desde la perspectiva práctica del corredor, ejercitar mindfulness mientras corremos posibilita concentrar toda nuestra energía en la carrera, por lo tanto, significa correr mejor, con más técnica, más consciencia postural, lo que evita lesiones y con más energía, pues ésta no se disipa en otras actividades, sino que está concentrada en el acto de la carrera.

Reconocer el bienestar

Reconocer la alegría. La siguiente técnica, se basa en aprender a reconocer el bienestar que conlleva correr. Mipham nos recuerda que es importante que apreciemos lo que estamos haciendo y lo que esto conlleva para nuestra salud y nuestro disfrute. La felicidad interna está siempre disponible, sin embargo en muchas ocasiones usamos la mente en dirección contraria, guiamos nuestros pensamientos hacia el sufrimiento, hacia contenidos que nos estresan, nos perturban, o nos asustan. Podemos dirigir nuestra mente hacia la felicidad. Correr es una oportunidad para ello. Durante la carrera nuestro cuerpo se ejercita, se carga de energía, libera toxinas, adrenalina, etc. Podemos concentrarnos en conectar con ese bienestar en vez de con el sufrimiento. Si somos capaces de cultivar la disciplina de apreciarlo y relajarnos, seremos capaces de disfrutar cualquier actividad, pues la felicidad no reside en el mundo exterior, sino que habita dentro de nosotros. Lo que nos enseña la meditación es que la capacidad de conectar con el bienestar que reside en nuestro interior puede entrenarse y la carrera es una gran oportunidad para ello.

De este modo, mientras corremos, apartamos las preocupaciones y nos centramos en los beneficios de correr, las sensaciones agradables que conlleva, con ello reforzamos nuestra actitud y además expandimos el campo de nuestra consciencia más allá de esas dosis de sufrimiento cotidiano que conlleva una mente habituada a divagar y centrarse en las preocupaciones.

Desafío

La tercera de las técnicas propuestas por Mipham es la que denomina desafío. Retarnos a nosotros mismos es una poderosa forma de seguir construyendo la sincronicidad entre la mente y el cuerpo. Toda sesión de carrera o de meditación entraña un reto. Podemos considerarlos como problemas o como oportunidades para crecer y mejorar como personas. Desde esta perspectiva aprendemos asumir los desafíos de la vida, los problemas y retos se convierten de este modo en maestros que nos dan oportunidades para crecer y hacernos más fuertes y sabios. Durante la carrera nos retamos a llegar más lejos, más rápido, manteniendo la concentración en nuestro cuerpo, nuestra respiración, nuestro movimiento, sin juzgar, plenamente presentes en la acción. Entrenando de esta forma, nos entrenamos también para todas las actividades de nuestra vida.

runner sombra

Cuando meditamos el desafío es la presencia, aceptar la realidad del aquí y ahora, sin evasiones ni huidas, admitiendo las cosas tal y como son, tan fácil y difícil, simple y complicado como eso. Con ello aprendemos a ser valientes, a no dejarnos arrastrar por el temor o el pánico a determinadas experiencias. Aceptamos el miedo y no nos dejamos arrastrar por él. Cuando aceptamos un reto la mente se torna más fuerte, más poderosa y su profundidad es mayor.

Mipham insiste en que el desafío forma parte natural de la vida. Si nos olvidamos de apreciar el reto que conlleva correr de este modo el ejercicio se volverá una rutina, algo que no nos enriquecerá, algo más parecido a una evasión o algo que hacemos simplemente sin darnos cuenta. Convertir los cotidianos retos de la carrera en un entrenamiento para enriquecer nuestra capacidad de aceptar los desafíos de la vida lo convierte en algo sumamente interesante, profundo y motivador.

Propósito

Cuando meditamos o corremos tenemos un propósito, este hecho tiene una función esencial, la de orientar la mente. Sin propósito, mente y cuerpo pueden escindirse fácilmente, la mente puede divagar y el cuerpo permanecer fláccido, inactivo. Sin embargo, un propósito unifica cuerpo y mente para su consecución: torna a la mente concentrada y al cuerpo lleno de energía. Ambos se integran aunados hacia un objetivo. El propósito general de la meditación es incrementar nuestro bienestar, pero los pequeños propósitos de cada sesión de carrera pueden variar. Un días podemos trabajar la sintonía con el entorno, otro el hecho de mantenernos frescos, o lograr un pequeño desafío de velocidad o resistencia para esa jornada. Es positivo y profundamente beneficioso dar este toque lúdico a lo que hacemos, pues hace que las cosas mantengan su atractivo. Se trata de una fuente de poder que podemos usar para todas nuestras acciones.

Diginidad.

Mipham nos explica que cuando mente y cuerpo se unen nos sentimos bien porque estamos comprometidos a fondo con la tarea que estamos llevando a cabo. En ese momento nos sentimos dignos y orgullosos de ser quienes somos y de lo que estamos haciendo. Si cuerpo y mente no están armonizados sentimos que fingimos, que lo que hacemos no es auténtico, que probablemente sería mejor estar en otro lugar, haciendo otra cosa, descontentos de nuestro presente. Pero sólo podemos estar donde estamos. Si aceptamos esto y conectamos auténticamente con el presente lo hacemos con una increíble fuente de fuerza y energía interior. Conectamos así con nuestra dignidad, con la dignidad de ser quienes somos y la de la humanidad, una dignidad a la vez individual y colectiva.

En definitiva, correr y meditar son actividades humanas básicas. El mero hecho de movernos es beneficioso para nuestro cuerpo. La quietud es beneficiosa para la mente. La clave radica en ser conscientes de quiénes somos y dónde estamos, conectarnos con el firme propósito de armonizar nuestro cuerpo y nuestra mente, con nuestro bienestar interior, usar los cotidianos desafíos de la carrera como una forma de enfrentar el gran reto de nuestra existencia. Correr así nos otorga una profunda dignidad como seres humanos, convierte la carrera en una preciosa forma de cultivar nuestra fuerza y nuestra compasión, hacia nosotros mismos y hacia todos los seres.


 

NOTAS.

  • La referencia completa del libro en el que se basa esta entrada es la siguiente. Running with the Mind of Meditation: Lessons for Training Body and Mind. Escrito por Sakyong Mipham. Publicado por Harmony Books.
  • El siguiente enlace: http://runningmind.org/ conduce a una web sobre el libro con abundante información, audios y vídeos.
  • Más concretamente, esta entrada está basada en una presentación del libro que el propio autor, Sakyong Mipham escribió para la edición estadounidense de The Huffington Post. Se titula “5 Tips for Running With the Mind of Meditation” y puede encontrarse en el siguiente enlace: http://www.huffingtonpost.com/sakyong-mipham-rinpoche/running-with-the-mind-of-meditation_b_1418102.html
  • Quien esté interesado en practicar la carrera como una forma de meditación, puede escribirnos a piedetrasdepie@gmail.com. Corresponde a Sevilla. Pero sea cual sea el lugar en el que te encuentres, cualquier comentario o sugerencia es bienvenido.
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